La belleza de la ciudad de Loja no se limita a sus calles, verdes jardines, arquitectónicas construcciones, músicos o poetas de renombre.
Loja resalta por la calidez de su gente, por las sonrisas amables con que sus habitantes reciben a todo visitante del Ecuador o cualquier parte del mundo. Sus grandes montañas, brisa templada y sus impresionantes recursos naturales con tan agradables olores, son sólo algunos elementos que hacen de esta ciudad un lugar del que propios y extraños no desean salir.